Hace unos meses, se dió a conocer una noticia: el ayuntamiento había decidido cerrar definitivamente el museo de geología y de zoología de Barcelona, para crear un único y nuevo museo en el edificio azul triangular del Forum.
¿Buena o mala noticia para el museo de geología? Sin lugar a dudas, gana el turismo de museos y pierde la ciencia, ya que el número de piezas expuestas se reducirá a menos del 25 % del actual. El resto de la colección quedará confinada a unas salas en el edificio del museo de zoología para "estudios internos". Lo ideal hubiera sido, hacer un nuevo museo de historia natural, además del de geología y zoología, o bien que hubiera tenido espacio suficiente para seguir mostrando o incluso ampliando la exposición de piezas. ¿Nos imaginamos un nuevo Museo del prado donde tan sólo se expusieran el 25% de las piezas actuales? Impensable... pues eso: había que dar uso como fuera al "edifici blau del Forum". Si se hubiera planificado con "seny" se hubiera diseñado ya con vistas a ser museo, pero no...¡ viva la improvisación!
El domingo, 24 de Enero del 2010, un grupo de foreros interesados en la minerología fuimos a despedirnos en una visita privada concedida por el conservador de la parte de minerales del museo, Carles Curto. Fue toda una experiencia, coincidir con gente que ya nos conocíamos y hablar con foreros con los que nunca habíamos coincidido personalmente, pues no nos conocíamos. Algunos venían de tan lejos, como de Bilbao, para esta ocasión tan especial.
A la izquierda de la foto ( y de izquierda a derecha) podemos ver a Joan Rosell, licenciado en químicas y uno de los miembros más activos del Grup Mineralógic Català; José Manuel Yborra, licenciado en geología y que no falta a ni una de las reuniones semanales del GMC y Frederic Varela ( en medio de los cinco), licenciado en veterinaria (colega mío de profesión), apasionado mineralogista y gran participador del Foro Fabre de Minerales. ¡Un placer compartir parte de la mañana con vosotros!
DATOS HISTÓRICOS DEL MUSEO GEOLÓGICO DE BARCELONA:
En 1878, el Ayuntamiento de Barcelona recogió el legado con el que Francesc Martorell i Peña creó el Museo Martorell de Arqueología e Historia Natural, que fue el primer museo público de la ciudad. Con el paso del tiempo y debido al aumento del fondo del museo, las colecciones de arqueología, numismática y arte fueron trasladados a otros recintos culturales de la ciudad, y las de zoología y botánica al edificio llamado Castell dels Tres Dragons (Museo de Zoología), ubicado también en el parque de la Ciutadella. Entonces, desde 1924, el Museo Martorell pasó a llamarse Museo de Geología, como en la actualidad. Ya en pleno siglo XXI, y con el horizonte del futuro Museo de Historia de Ciencias Naturales de Cataluña, el Museo de Geología y el de Zoología se integran nuevamente en una sola institución: el Museo de Ciencias Naturales de la Ciutadella.
El edificio fue diseñado, en estilo neoclásico, por el arquitecto Antoni Rovira i Trias. Destacan a ambos lados de la puerta de entrada dos esculturas realizadas por Eduard Alentorn, dedicadas a Félix de Azara (cartógrafo y naturalista) y a Jaume Salvador Esp (botánico).
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CONVERSACIONES CON CARLES CURTO ( Conservador del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, mineralogía ). Barcelona 24 de Enero del 2010.
Sobre las ADQUISICIONES POR COMPRAS del museo: el presupuesto no sólo depende del previsto en los presupuestos (en años de preparación de las Olimpiadas o del Forum de las culturas hubo bastante "sequía") sino de los imprevistos que van surgiendo. Así, a veces te dicen un presupuesto, y te lo van bajando constantemente, como pasó en la compra de un meteorito. Nos comenta que el papeleo que pide la administración, hace complicado la compra en firas o a particulares, ya que además de la factura se le pide varios papeles: registro mercantil, IAE, etc. A veces ha estado dispuesto a pagar con su dinero para adquirir algunas piezas no muy caras para asegurarse conseguirlas.
Sobre las DONACIONES PRIVADAS del museo: Hoy en día los buenos minerales se revalorizan mucho en el mercado año tras año. El gran valor de algunas colecciones hace que la familia, que aunque no estén aficionados, las venda al mejor postor (sobretodo los comerciantes de minerales) o decidan guardarla; y no tirarla ni donarla. Además en una donación al museo, hay que demostrar (¡pieza por pieza!) que el donante es legítimamente su dueño: busca las facturas, haz una declaración pieza por pieza que la has recogido donde sea, ... papeleo tras papeleo... imaginaros una colección de centenares de piezas, adquiridas hace no sé cuantos años y donde el dueño suele estar muerto. dolor de cabeza tras dolor de cabeza. El museo de Geología de Barcelona tuvo la oportunidad por dos veces de adquirir la COLECCIÓN FOLCH totalmente gratis. Cuenta que el propio Folch, en vida todavía, fue a donar su colección al museo y el entonces conservador de minerales ( que no era Carles) le contestó, que tendría pagar las vitrinas para exponer sus piezas. Naturalmente, supongo que indignado y sorprendido, Folch no aceptó. Más tarde su familia quiso donarla, pero el exceso de burocracia los frenó. Después... (¡y cual sería la sorpresa para la familia!)se le encargó a un estadounidense que valorara la colección... y naturalmente se la quedaron como una inversión, que todavía ahora, un nieto suyo la sigue ampliando.
